viernes, 21 de octubre de 2011

NIÑOS QUE SE FRUSTRAN CON FACILIDAD

Algunos niños tienden a desanimarse pronto, no saben que hacer frente a las presiones y cuando se les obliga, reaccionan con comportamientos desadaptativos, como la rebelión y el negativismo.
Cuando las expectativas de los padres y de la escuela no están sincronizadas con las aptitudes del niño, se genera un clima asfixiante que entorpece más aun sus escasas habilidades sociales, propiciando el caos emocional de las pataletas y la rabia desbocada.
Frente a este panorama, hay una serie de preguntas que nos podemos hacer para identificar la causa del problema:
    ¿Está el niño demasiado cansado?
    ¿Tiene un horario demasiado repleto?
    ¿Es el niño perfeccionista?
    ¿Puede el niño explicar que lo predispone? 
    ¿Estamos exigiéndole demasiado para su edad?
    ¿Tiene el niño oportunidades para el éxito?
    ¿Tiene las habilidades requeridas para alcanzar el objetivo?

Luego de intentar identificar los detonantes de la conducta inadecuada, debemos enseñar nuevas reacciones a la frustración; los adultos no podemos suprimir todas las fuentes de frustración y las presiones existentes en el mundo del niño, lo que significa que éste deberá aprender formas positivas de hacer frente a estos sentimientos. 

¿Cómo? 
    - Enséñele técnicas de relajación. 
    - Enséñele a identificar y expresar con palabras el sentimiento que genera frustración.
    - Indique al niño cuándo debe pedir ayuda.
    - Refuerce las acciones apropiadas por parte del niño.
    - Modifique la tarea, dividiéndola en pequeñas metas.

(Recopilado: Lic. Geraima Espinoza)