domingo, 23 de septiembre de 2012

CUANDO LA HIPERACTIVIDAD ES UNA FASE PASAJERA


Los niveles de actividad varían según la edad, los niños mas pequeños corren, saltan, trepan, invaden nuestros espacios y no se detienen. Muy diferente a los 7 u 8 anos de edad, cuando ya juega en silencio, es capaz de quedarse sentado durante la cena, por supuesto que puede correr como el niño de tres anos, pero a diferencia de este puede quedarse sentado durante las horas de clase y hacer la tarea.
Para ayudar al niño a superar la fase pasajera de la hiperactividad:
    Proporcione límites y ejercicio. Los límites definen las fronteras protectoras de los padres, algunos se refieren a fronteras físicas y otros son las normas.  Los ejercicios de actividad muscular dan al niño activo la oportunidad de quemar energía.
      Fortalezca la estructura y consistencia dentro de su familia. Establezca rutinas diarias fijas y practíquelas consistentemente. Estos rituales proporcionan a su hijo sensación de seguridad y protección.   
   Discipline a su hijo. Significa que hay que entrenar al hijo para vivir dentro de las reglas de su familia y de la comunidad. Los padres de niños activos tienen la obligación de aprender el arte de la disciplina para que puedan enseñar a sus hijos a moderar su comportamiento como respuesta a una situación inmediata.
   Asegurase de que su niño coma y duerma lo necesario. Debe tener una dieta sana y tener suficiente descanso. El niño activo, se activa más cuando hay exceso de actividad. Hay que fijar horas para irse a la cama y tratar de que el ambiente baje el nivel de estímulos para ayudar al niño a calmarse.
   Prevenga las horas difíciles. No deje que su hijo tenga demasiada hambre o sed durante la hora inmediata anterior a la comida. Usted también debe tener unos cinco minutos de soledad para reponer energías. Proporcione diferentes actividades programadas en la rutina diaria para que el niño no se aburra.
   Observe a otros niños de la edad de su hijo. Compare el nivel de actividad de ellos para que se de cuenta si su hijo es o no hiperactivo.

Recopilado por Dra. Beatriz Napolitano


ADELANTARNOS A COMPORTAMIENTOS CONFLICTIVOS AL SALIR CON UN NIÑO CON TDH.


Cuando asistimos con nuestro hijo a diligencias o reuniones con familiares y amistades, debemos tener presente:
• Duración estimada de la reunión.
• Donde se va a realizar la reunión.
• Si la reunión va a ser de día o de noche.


En función de todo esto debemos plantear:
• Cuanto tiempo vamos a permanecer en ella, ya que llegará un  momento en que nuestro hijo comenzará a tener actuaciones difíciles de manejar. Por eso, antes de que estos comportamientos lleguen a ser estresantes y desagradables, es una buena opción poner cualquier disculpa y abandonar la reunión, pero con tranquilidad, ya que con nuestra actitud previsiva nos adelantamos a una pataleta desenfrenada.
• Planificar con antelación, llevando juegos o cuadernos para que el niño se pueda entretener, teniendo en cuenta que no todos los juguetes favorecen el ensimismamiento y la distracción.


Y por encima de todo…estar preparados para cambiar disimuladamente de plan y marcharnos.
Lic. Geraima Espinoza

sábado, 23 de junio de 2012

TIPS PARA AFRONTAR UN ATAQUE DE PANICO/ANSIEDAD


La ansiedad se asocia a eventos futuros, a  situaciones que pueden ocurrir y que no podemos controlar. Es una especie de neblina que distorsiona la imagen de las cosas, se interpone entre nosotros y el espejo, impidiendo vernos a nosotros mismos y ver hacia dónde vamos

La ansiedad rompe y destruye la confianza, lleva a que seamos incapaces de creer en nosotros mismos, nos destruye la autoconfianza.

Lo primero,  es identificar que estas atravesando un ataque de pánico/ansiedad, que son sensaciones y síntomas que generan un gran temor y  desesperación, pero no son peligrosos ni dañinos.

Recordar que son momentáneos, lo que se está sintiendo es un incremento de las reacciones normales que tiene el cuerpo ante situaciones de estrés.

No luches contra esas sensaciones, no busques eliminarlas o anularlas, ellas son parte de nosotros, el objetivo debe ser que vuelvan a la moderación. Mientras más desees que desaparezcan más estarán presentes.

No te centres en lo que no quieres tener, simplemente quítale espacio, dedica tu mente a trabajar en aquello que quieres.

Mantente en el presente, percibe lo que ocurre a tu alrededor, deja de preguntarte o imaginarte sobre lo que podría pasar.

Suelo emplear con mis pacientes el siguiente ejemplo: imagina que nuestras emociones son las flores de un hermoso jardín, en el hay de muchos tipos y colores, habrán tantas como emociones puedan existir. Si solo dedicamos tiempo a cuidar las de un solo tipo, ellas serán las únicas que sobrevivirán y posiblemente, con el tiempo, ocuparan el lugar de las demás, minando todo el espacio. De manera, que si solo nos centramos a pensar en la ansiedad y a vivir en torno al malestar que nos acompaña, olvidando las otras áreas de vida, estaremos eliminando la posibilidad que florezcan otros sentimientos y emociones.

Dediquemos tiempo a cuidar  y a atender las otras áreas de vida, dediquemos tiempo a sentir otras sensaciones distintas a las producidas por la ansiedad.

Dejemos de centrarnos en lo que sentimos que no podemos hacer, y focalicemos en las que si podemos hacer.

Busquemos actividades en las que experimentemos disfrute y satisfacción que nos hagan sentirnos bien con nosotros mismos, y sobre todo, que nos permitan experimentar sensaciones de tranquilidad y serenidad.

Nuestro objetivo no es eliminar la ansiedad sino quitarle el espacio que ha tomado, que no le corresponde.
                                                                                                    (Autor: Dra. Khary Rubín Napolitano)

domingo, 13 de mayo de 2012

AMENAZAS A LA AUTOESTIMA DE UN NIÑO


Se puede minar la autoestima de un niño, no sólo con las palabras sino también con la forma en que las decimos. El tipo de entonación que utilicemos, la falta de interés, las críticas y las quejas de incompetencia son las mejores bazas para lograrlo.
· No escuchar: Para que un niño sienta que importa, lo que él dice tiene que importar. No es nada fácil, pero si no fomentamos la comunicación con los niños, dejarán de contarnos nada.
· Despreciar: Pueden parecer insensible e irritantes, pero eso no significa que las cosas no les afecten ni que no les duelan los comentarios hirientes. Es el comportamiento, no el niño, lo que nos disgusta.
· Sobreprotección, falta de confianza: Los niños tienen que sentir que se confía en ellos para alcanzar la independencia y así poder tener una autoestima elevada.
· Comparaciones: Cada niño es único, no hace falta compararle con nadie. Cuando un ser humano de cualquier edad se ve obligado a vivir a la altura de las expectativas de otra persona acaba estrellándose y perdiendo la confianza en uno mismo.
· Buscar fallos: Todos sabemos lo mucho que duele cuando hacemos las cosas lo mejor que sabemos y sólo recibimos críticas. Cuando un niño da lo máximo de sí mismo se le tiene que animar en lugar de buscar sólo los fallos.
· Comentarios hirientes: Tenemos que deshacernos de palabras como tonto, estúpido, pesado, insoportable… Si no nos deshacemos de un lenguaje tan destructivo, acabaremos destruyendo la autoestima del niño.

Recopilado por: Lic. Geraima Espinoza
Fuente: Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Alcobendas.   
Consejería de Educación. Comunidad de Madrid.