La ansiedad se asocia
a eventos futuros, a situaciones que
pueden ocurrir y que no podemos controlar. Es una especie de neblina que
distorsiona la imagen de las cosas, se interpone entre nosotros y el espejo,
impidiendo vernos a nosotros mismos y ver hacia dónde vamos
La ansiedad rompe y destruye la confianza, lleva a que
seamos incapaces de creer en nosotros mismos, nos destruye la autoconfianza.
Lo primero, es
identificar que estas atravesando un ataque de pánico/ansiedad, que son
sensaciones y síntomas que generan un gran temor y desesperación, pero no son peligrosos ni dañinos.
Recordar que son momentáneos, lo que se está sintiendo
es un incremento de las reacciones normales que tiene el cuerpo ante
situaciones de estrés.
No luches contra esas sensaciones, no busques eliminarlas o anularlas, ellas son parte de nosotros, el
objetivo debe ser que vuelvan a la moderación. Mientras más desees que
desaparezcan más estarán presentes.
No te centres en lo que no quieres tener, simplemente
quítale espacio, dedica tu mente a trabajar en aquello que quieres.
Mantente en
el presente, percibe lo que ocurre a tu alrededor, deja de preguntarte o
imaginarte sobre lo que podría pasar.
Suelo
emplear con mis pacientes el siguiente ejemplo: imagina que nuestras emociones son
las flores de un hermoso jardín, en el hay de muchos tipos y colores, habrán tantas
como emociones puedan existir. Si solo dedicamos tiempo a cuidar las de un solo
tipo, ellas serán las únicas que sobrevivirán y posiblemente, con el tiempo,
ocuparan el lugar de las demás, minando todo el espacio. De manera, que si solo
nos centramos a pensar en la ansiedad y a vivir en torno al malestar que nos
acompaña, olvidando las otras áreas de vida, estaremos eliminando la posibilidad
que florezcan otros sentimientos y emociones.
Dediquemos
tiempo a cuidar y a atender las otras
áreas de vida, dediquemos tiempo a sentir otras sensaciones distintas a las producidas
por la ansiedad.
Dejemos de
centrarnos en lo que sentimos que no podemos hacer, y focalicemos en las que si
podemos hacer.
Busquemos
actividades en las que experimentemos disfrute y satisfacción que nos hagan
sentirnos bien con nosotros mismos, y sobre todo, que nos permitan experimentar
sensaciones de tranquilidad y serenidad.
Nuestro objetivo no es eliminar la ansiedad sino
quitarle el espacio que ha tomado, que no le corresponde.
(Autor: Dra. Khary Rubín Napolitano)