sábado, 23 de junio de 2012

TIPS PARA AFRONTAR UN ATAQUE DE PANICO/ANSIEDAD


La ansiedad se asocia a eventos futuros, a  situaciones que pueden ocurrir y que no podemos controlar. Es una especie de neblina que distorsiona la imagen de las cosas, se interpone entre nosotros y el espejo, impidiendo vernos a nosotros mismos y ver hacia dónde vamos

La ansiedad rompe y destruye la confianza, lleva a que seamos incapaces de creer en nosotros mismos, nos destruye la autoconfianza.

Lo primero,  es identificar que estas atravesando un ataque de pánico/ansiedad, que son sensaciones y síntomas que generan un gran temor y  desesperación, pero no son peligrosos ni dañinos.

Recordar que son momentáneos, lo que se está sintiendo es un incremento de las reacciones normales que tiene el cuerpo ante situaciones de estrés.

No luches contra esas sensaciones, no busques eliminarlas o anularlas, ellas son parte de nosotros, el objetivo debe ser que vuelvan a la moderación. Mientras más desees que desaparezcan más estarán presentes.

No te centres en lo que no quieres tener, simplemente quítale espacio, dedica tu mente a trabajar en aquello que quieres.

Mantente en el presente, percibe lo que ocurre a tu alrededor, deja de preguntarte o imaginarte sobre lo que podría pasar.

Suelo emplear con mis pacientes el siguiente ejemplo: imagina que nuestras emociones son las flores de un hermoso jardín, en el hay de muchos tipos y colores, habrán tantas como emociones puedan existir. Si solo dedicamos tiempo a cuidar las de un solo tipo, ellas serán las únicas que sobrevivirán y posiblemente, con el tiempo, ocuparan el lugar de las demás, minando todo el espacio. De manera, que si solo nos centramos a pensar en la ansiedad y a vivir en torno al malestar que nos acompaña, olvidando las otras áreas de vida, estaremos eliminando la posibilidad que florezcan otros sentimientos y emociones.

Dediquemos tiempo a cuidar  y a atender las otras áreas de vida, dediquemos tiempo a sentir otras sensaciones distintas a las producidas por la ansiedad.

Dejemos de centrarnos en lo que sentimos que no podemos hacer, y focalicemos en las que si podemos hacer.

Busquemos actividades en las que experimentemos disfrute y satisfacción que nos hagan sentirnos bien con nosotros mismos, y sobre todo, que nos permitan experimentar sensaciones de tranquilidad y serenidad.

Nuestro objetivo no es eliminar la ansiedad sino quitarle el espacio que ha tomado, que no le corresponde.
                                                                                                    (Autor: Dra. Khary Rubín Napolitano)